Por Sara Moreno
No sé vosotros, pero yo estoy aprendiendo ‘una’ de palabras en estos
nuevos encuentros de la ciudad, que ni os imagináis. Por ejemplo, ya no
tenemos reuniones para buscar clientes y conocerlos, sino que vamos a un
networking y cambiamos tarjetas o las dejamos en un corcho para que la
gente las coja según las necesite. Esas reuniones en las que un
elemento, llámese A, enseñaba a hacer algo con herramientas, llámense B, pues ya no son demostraciones, sino un showroom de moda, o un
showcooking de comida, o un ‘show… lo que sea’. El equipo de trabajo
formado entre varios autónomos que desempeñan funciones complementarias,
ni son autónomos, ni un equipo de trabajo; en este caso, un grupo de
freelances comienzan una nueva andadura de coworking y por supuesto esas
personas pasan a formar parte de la lista de coworkers de la empresa, o
colectivo, que tampoco es lo mismo. Y esto es sólo una muestra de la
cantidad de nuevos términos que empiezan a manejarse entre ese grupo de
personas que trabajan en ‘el 2.0’, porque hablar de community manager es
tontería, que eso ya lo conocemos todos.
Y después de esta densa
introducción, hablemos de coaching, otra de esas ‘modernuras’ actuales.
Para saber qué significa este anglicismo, nos vamos a Wikipedia: “Es un método que consiste en
dirigir, instruir y entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el
objetivo de conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades
específicas”. Pues eso, un grupo de personas que te muestran el camino
para que tú mismo puedas conseguir tus propósitos y metas.
Y en
este momento introducimos un nuevo elemento: La Caña del Colectivo Albacete Innova y la última
sesión que disfrutamos en el Salón de Eventos Don Gil. En ella, Enrique
Fuentes (@fuentesabanades) y
Valeria Aragón (@VALERIA_ARAGON)
explicaron tres acciones que son fundamentales para alcanzar el éxito:
‘querer, saber y hacer’. La jornada, que como siempre comenzó a las
20.00 horas del último jueves de mes, ya pasado, consiguió reunir a más
de 100 personas y dio las claves para alcanzar ese ansiado triunfo por
los emprendedores.
La sesión, que estuvo
dividida en dos partes, trató sobre el éxito y aprendizaje, el objetivo
del emprendedor y la manera de enfrentar, ‘con la que está cayendo’, una
nueva hazaña emprendedora. Así, Enrique Fuentes explicó que el objetivo
del emprendedor, para saber si es alcanzable, debe responder a las
siglas de ‘smarter’: debe ser eSpecífico, Medible, Alcanzable, Realista,
puesto en Tiempo, Ecológico, Retador. Además, comentó el camino y plan
que cada persona debe marcarse para conseguir su objetivo y la mejor
manera de alcanzarlo.
Por su parte, Valeria Aragón se centró en
los contras, en la manera de enfrentar los problemas y como escapar, por
ejemplo, a frases como: ‘la crisis acaba con todo…’. Dentro de esta
última parte, la ponente se apoyó en un vídeo, como un claro ejemplo de
que la motivación y buena aptitud favorece a la consecución de
los objetivos (espero que fuera esa la moraleja, porque fue mi sensación
después de ver cinco minutos de entrenamiento de fútbol americano).
Y para finalizar cada una de las dos partes, tanto Fuentes como
Aragón pusieron en práctica una actividad de alto impacto con
voluntarios de la sala. Atentos: andar sobre una cama de cristales y
romper unas flechas con el cuello. Todo eso, siempre, con las medidas de
seguridad oportunas y bajo la frase de ‘no intenten hacer esto en
casa’. Nuevamente, las moralejas de ambas actividades se focalizaron,
según apuntaron en primera persona los valientes que salieron, ante la
atenta y estupefacta mirada del auditorio, fueron: superación, valentía,
motivación y ‘subidón’; que más de una persona salió con esa sensación
de la sala.
Buena jornada de emprendimento, coaching,
networking…, y todas esas palabras novedosas que refuerzan algo que es
de toda la vida: trabajar por un futuro, por tu futuro.
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